La Mano de Irulegi es uno de los hallazgos arqueológicos más importantes de los últimos tiempos. Esta pieza de bronce con inscripciones antiguas ha revolucionado el conocimiento sobre la lengua y la cultura de los vascones. Su descubrimiento ha abierto nuevas líneas de investigación sobre el euskera primitivo y el uso de la escritura en esta civilización.
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¿Qué es la Mano de Irulegi?
La Mano de Irulegi es una lámina de bronce en forma de mano derecha, con inscripciones en su superficie. Fue encontrada en el yacimiento de Irulegi, un asentamiento vascón situado en Navarra. Lo que hace a este hallazgo tan relevante es que contiene la primera inscripción completa conocida en euskera.
Características de la Mano de Irulegi
Material: Bronce
Forma: Mano derecha con los dedos extendidos
Dimensiones: 14,5 cm de largo
Inscripción: Cinco palabras en alfabeto paleohispánico
El descubrimiento y su importancia
La Mano de Irulegi fue hallada en 2021 por un equipo de arqueólogos en un antiguo poblado vascón. Se cree que data del siglo I a.C., un período de gran transformación en la región debido a la influencia romana. Su importancia radica en que es la primera evidencia clara de que los vascones utilizaban la escritura.
El descubrimiento y su importancia
El texto inscrito en la Mano de Irulegi ha sido objeto de intensos estudios. La primera palabra, «sorioneku», ha sido interpretada como una forma primitiva de «zorioneko» en euskera moderno, que significa «de buena suerte» o «afortunado». Esto sugiere que la pieza pudo haber sido un objeto protector colocado en la entrada de una vivienda.
¿Qué nos dice la inscripción?
Evidencia del uso escrito del euskera en tiempos antiguos.
Posible función ritual o protectora del objeto.
Nueva perspectiva sobre la relación entre los vascones y la escritura.
El contexto histórico de los vascones
Los vascones eran un pueblo prerromano que habitaba el norte de la península ibérica. Hasta el descubrimiento de la Mano de Irulegi, se creía que no utilizaban la escritura, pero este hallazgo demuestra lo contrario. Su cultura, aunque influenciada por los romanos, mantenía rasgos propios que más tarde evolucionarían en el euskera.
La Mano de Irulegi ha cambiado nuestra comprensión de la historia de los vascones y del euskera. Su inscripción es una prueba clave de que este pueblo ya utilizaba la escritura antes de la romanización. Este descubrimiento no solo amplía nuestro conocimiento sobre el pasado, sino que también refuerza la importancia del euskera como una lengua con raíces antiguas y profundas en la historia de la península ibérica.